Síntomas

Los síntomas más comunes del lupus son cansancio extremo, erupción malar, inflamación de las articulaciones y fiebre sin causa aparente.



Cansancio

Entre el 50 y el 90 % de las personas que padecen lupus identifican el cansancio como uno de los síntomas principales. Aparentemente, son muchos los factores que provocan el cansancio intenso asociado al lupus, entre ellos, la evolución de la enfermedad, los trastornos de ansiedad o del sueño, la carencia de vitamina D y la falta de actividad física. Los científicos difieren respecto de si existe, además, una relación entre el cansancio y la enfermedad en sí misma o los tratamientos utilizados para tratarla.

Independientemente de la causa, es evidente que el cansancio puede afectar de manera considerable la calidad de vida del paciente, lo que incluye una disminución de la capacidad de funcionamiento en el hogar y el trabajo. Dos estudios realizados mediante una red de ensayos clínicos establecida por la Alianza para la Investigación del Lupus (Lupus Research Alliance) buscan identificar mejores métodos para medir el cansancio de forma objetiva.

Erupción malar
Alrededor de la mitad de las personas con lupus experimenta una erupción “malar” roja característica o un cambio en la coloración con forma de mariposa que puede producirse en las mejillas y el puente nasal. La erupción puede permanecer durante días o semanas y suele ser dolorosa o pruriginosa. Las erupciones también pueden aparecer en el rostro y las orejas, la parte superior de los brazos, los hombros, el pecho y las manos, así como en otras áreas cuando se exponen a la luz solar.

Dado que muchas personas con lupus presentan sensibilidad a la luz solar (denominada fotosensibilidad), las erupciones de la piel suelen desarrollarse o empeorarse al exponerse a ella. Algunas personas señalan que la aparición de una erupción en forma de mariposa es una señal de que sufrirán un brote de la enfermedad.

Dolor e inflamación de articulaciones
Hasta el 90 % de las personas que padecen lupus desarrollarán artritis, que se define como la inflamación o hinchazón del revestimiento de las articulaciones. Los síntomas más comunes de la artritis son la rigidez y el dolor articular, generalmente en las manos y las muñecas.  Los síntomas de la artritis pueden aparecer y desaparecer, así como pasar de una articulación a otra.  El dolor y la rigidez suelen ser peores por la mañana y mejorar progresivamente durante el día. Los enfermos de lupus también pueden sufrir dolor en las articulaciones sin presentar inflamación ni sensibilidad, lo que se conoce como artralgia.

Fiebre
La mayoría de las personas con lupus eritematoso sistémico (LES) tiene fiebre sin causa aparente (temperatura de más de 37,8 °C [100 °F]). Los médicos normalmente recomiendan medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) (p. ej., naproxeno o ibuprofeno) o paracetamol.

 

Complicaciones Potenciales

La mayoría de las mujeres con lupus leve a moderado pueden tener bebés sanos sin complicaciones. (Se recomienda no haber tenido síntomas ni haber tomado ningún medicamento durante varios meses antes de quedar embarazada). Sin embargo, el embarazo en las mujeres con lupus aún se considera de alto riesgo.Algunas mujeres pueden presentar un brote leve a moderado durante o después del embarazo. Otras mujeres, en especial si toman corticosteroides, tienen más probabilidades de presentar presión arterial alta, diabetes, hiperglucemia (nivel alto de azúcar en la sangre) y complicaciones en los riñones. Si está embarazada y tiene lupus, debería buscar asesoramiento para el embarazo lo más pronto posible y consultar al médico con frecuencia para que la controle.

En algunos pacientes con lupus, la inflamación puede observarse en el corazón (miocarditis y endocarditis) o en la membrana que lo rodea (pericarditis), que causa dolor en el pecho u otros síntomas. La endocarditis puede dañar las válvulas cardíacas, ya que la superficie de las válvulas puede engrosarse y producir la formación de bultos. Esto puede causar soplos cardíacos, aunque las válvulas aún pueden seguir funcionando.

Cuando los riñones se inflaman (nefritis), no pueden eliminar bien los residuos y otras toxinas del cuerpo. Aunque la nefritis no suele causar dolor, algunos pacientes pueden observar orina de color oscuro e inflamación alrededor de los ojos, las piernas, los tobillos o los dedos. Por lo general, los resultados anormales en un análisis de sangre o de orina son el único indicio de enfermedad renal. Sin embargo, porque los riñones son tan importantes para la salud en general, los pacientes con lupus que tienen enfermedad renal suelen necesitar un tratamiento intensivo con medicamentos para ayudar a prevenir el daño permanente.

Los pacientes con lupus tienen mayor riesgo de presentar resistencia a la insulina y diabetes (incapacidad de controlar la glucosa o azúcar en sangre). Aunque los corticosteroides son un tratamiento frecuente para la inflamación relacionada con el lupus, pueden interferir con la producción de insulina. Si tiene lupus y padece diabetes, corre más riesgos de presentar complicaciones como neuropatía (enfermedad o disfunción de los nervios periféricos, que pueden causar entumecimiento o debilidad) e insuficiencia renal.

Algunas personas con lupus presentan pleuritis, una inflamación del revestimiento de la cavidad torácica. La pleuritis puede causar dolor en el pecho y dificultad para respirar. Los pacientes con lupus también pueden tener predisposición a la neumonía.

Los trastornos autoinmunitarios como el lupus pueden contribuir a la aparición de mielitis transversa, una inflamación de la médula espinal. El dolor de la mielitis transversa puede comenzar de repente en la parte baja de la espalda y puede llegar hasta las piernas o los brazos, o alrededor del pecho o abdomen. Los síntomas de dolor varían según la parte afectada de la médula espinal. Algunas personas informan sentir entumecimiento, cosquilleo, frío, ardor o debilidad en los brazos o piernas.  También pueden tener problemas para controlar esfínteres o la orina.

El lupus causa inflamación de los tejidos y órganos. La inflamación de los vasos sanguíneos (vasculitis) puede afectar la circulación de la sangre por el cuerpo. Las personas con lupus también tienen mayor riesgo de presentar ateroesclerosis, comúnmente conocida como el “endurecimiento de las arterias”.

El síndrome de anticuerpos antifosfolípidos (SAF) es un trastorno autoinmunitario asociado con el lupus. Los anticuerpos son un tipo de proteína que ayudan a defender el cuerpo contra las infecciones, pero, con el SAF, los anticuerpos atacan por error a los fosfolípidos, un tipo de grasa que dañan las células, incluidas las células de la sangre. Este tipo de daño causa la formación de coágulos de sangre en las arterias y venas del cuerpo, lo que puede bloquear el flujo sanguíneo y dañar los órganos del cuerpo.

El lupus puede afectar al cerebro o al sistema nervioso central en algunos pacientes con lupus. Los síntomas pueden incluir dolores de cabeza, mareos, depresión, alteración de la memoria, problemas de la vista, convulsiones, accidente cerebrovascular o cambios en la conducta.

Cómo los médicos confirman que es lupus